martes, 16 de agosto de 2016

TESOROS DE LA BIBLIA

TESOROS DE LA BIBLIA 
Salmos 102-105 “Jehová se acuerda de que somos polvo” Sl 103:8-12. Jehová es misericordioso y nos perdona si nos arrepentimos (w13 15/6 pág. 20 párr. 14) (w12 15/7 pág. 16 párr. 17). (Salmo 103:8-12)
 Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa.
 No por todo tiempo seguirá señalando faltas, ni hasta tiempo indefinido se quedará resentido. 
 No ha hecho con nosotros aun conforme a nuestros pecados; ni conforme a nuestros errores ha traído sobre nosotros lo que merecemos. 
Porque así como los cielos son más altos que la tierra, su bondad amorosa es superior para con los que le temen.
  Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones. Jehová es misericordioso y nos perdona si nos arrepentimos (w13 15/6 pág. 20 párr.  Jehová es leal y está dispuesto a perdonar
 Es muy consolador meditar en el perdón de Jehová.
 Hace mucho, una hermana a quien llamaremos Elena fue expulsada, y varios años después fue readmitida. Ella recuerda: “Me decía a mí misma y a los demás que creía que Jehová me había perdonado, pero la verdad es que lo sentía distante y pensaba que para otros él estaba más cerca y era más real”. Sin embargo, Elena obtuvo consuelo al leer y analizar algunas comparaciones que la Biblia emplea para describir el perdón de Jehová. “Sentí su amor y ternura como nunca antes”, comenta. Y esta idea la conmovió de un modo muy especial: “No debemos creer que perdurará toda la vida la mancha de los errores que [Jehová] nos ha perdonado”. Elena concluye: “Me di cuenta de que en realidad no había creído que él pudiera perdonarme por completo; pensaba que tendría que llevar esa carga el resto de mis días. Sé que me tomará algún tiempo, pero ahora empiezo a sentir que puedo acercarme a Jehová, y es como si me hubieran quitado un gran peso de encima”. ¡Qué amoroso y misericordioso es el Dios al que servimos! (Sal. 103:9.)
 Jehová es misericordioso y nos perdona si nos arrepentimos (w12 15/7 pág. 16 párr. 17). Sirvamos al Dios de la libertad 
 Por supuesto, todos cometemos errores en un momento u otro de nuestra vida (Ecl. 7:20). Cuando nos suceda, no nos derrumbemos ni pensemos que no valemos nada. Si caemos, levantémonos y sigamos caminando, aunque para ello necesitemos pedirles ayuda a los ancianos. Santiago aseguró que “la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiera cometido pecados, se le perdonará” (Sant. 5:15). Jamás olvidemos que Jehová es muy compasivo y que él nos trajo a la congregación porque vio algo bueno en nuestro interior (léase Salmo 103:8, 9).
 Así pues, mientras nos esforcemos de todo corazón por serle fieles, él nunca nos abandonará (1 Cró. 28:9). Sl 103:13, 14. Jehová conoce muy bien nuestras limitaciones (w15 15/4 pág. 26 párr. 8; w13 15/6 pág. 15 párr. 16). (Salmo 103:13, 14) Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. 
Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo. Jehová conoce muy bien nuestras limitaciones (w15 15/4 pág. 26 párr. 8) No deje de confiar en Jehová 
 Otro factor que hay que tomar en cuenta es que Jehová conoce a la perfección nuestras limitaciones (Sal. 103:14). Él no espera que salgamos adelante solo con nuestras propias fuerzas; es nuestro Padre y nos ofrece su ayuda. Claro, habrá veces que sintamos que ya no podemos más. Pero Jehová nos asegura que si el problema es tan grande que no podemos soportarlo, nos dará una salida (lea 1 Corintios 10:13).
 Él sabe lo que podemos y lo que no podemos aguantar. Confiemos en él. Jehová conoce muy bien nuestras limitaciones (w13 15/6 pág. 15 párr. 16) Jehová es generoso y razonable 
 Imaginemos que somos israelitas bastante pobres. Al llegar al tabernáculo con un poco de harina para ofrecer, vemos que otros israelitas más pudientes traen ganado. Quizás nos podríamos sentir avergonzados por el escaso valor de nuestro sacrificio de harina. Pero entonces recordamos que nuestra ofrenda es valiosa a los ojos de Jehová. ¿Por qué? Porque él nos exige que la harina sea de alta calidad. Es como si dijera a los israelitas más pobres: “Comprendo que ustedes no pueden ofrecer tanto como otros, pero también sé que me están dando lo mejor que pueden darme”. Verdaderamente, Jehová demuestra lo razonable que es al tener en cuenta las limitaciones y circunstancias de sus siervos (Sal. 103:14).
Sl 103:19, 22. El aprecio por la misericordia y la compasión de Jehová debería motivarnos a defender su soberanía (w10 15/11 pág. 25 párr. 5; w07 1/12 pág. 21 párr. 1). (Salmo 103:19) Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación. (Salmo 103:22) Bendigan a Jehová, todas las obras suyas, en todos los lugares de su dominación. Bendice a Jehová, oh alma mía.
 El aprecio por la misericordia y la compasión de Jehová debería motivarnos a defender su soberanía (w10 15/11 pág. 25 párr. 5)
 Jehová es nuestro Soberano
  Puesto que Jehová ha creado todo, es el legítimo Soberano de la Tierra y del resto del universo (léase Revelación 4:11). Además, también es nuestro Juez, Legislador y Rey, combinando así en su persona los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, las tres ramas del gobierno universal (Isa. 33:22). Dado que le debemos la existencia y dependemos de él, tenemos que verlo como nuestro Señor Soberano y defender su elevadísima posición. Algo que nos moverá a hacerlo es tener siempre presentes estas palabras: “Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación” (Sal. 103:19; Hech. 4:24). El aprecio por la misericordia y la compasión de Jehová debería motivarnos a defender su soberanía (w07 1/12 pág. 21 párr. 1)
 La soberanía de Jehová y el Reino de Dios “JEHOVÁ mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación.” (Salmo 103:19.) Con estas palabras, el salmista se refirió a la soberanía de Dios. Por ser el Creador, él tiene todo el derecho a ser el Soberano del universo. Busquemos perlas escondidas Sl 102:12, 27.
 ¿Cómo nos ayuda a superar la tristeza concentrarnos en nuestra relación con Jehová? (w14 15/3 pág. 16 párrs. 19-21) (Salmo 102:12) 
En cuanto a ti, oh Jehová, hasta tiempo indefinido morarás, y la mención conmemorativa de ti será por generación tras generación. (Salmo 102:27) Pero tú eres el mismo, y tus propios años no se completarán.
 ¿Cómo nos ayuda a superar la tristeza concentrarnos en nuestra relación con Jehová? (w14 15/3 pág. 16 párrs. 19-21)
 Mantengamos una actitud positiva 
 El escritor del Salmo 102 estaba desesperado. Se sentía afligido por un profundo dolor, fuera físico o emocional, y no tenía fuerzas para enfrentarse a sus problemas (Sal. 102, encabezamiento). Sus palabras revelan que se hallaba absorto en sí mismo, en su dolor y soledad (Sal. 102:3, 4, 6, 11). Creía que Jehová quería desecharlo (Sal. 102:10). 20 Aun así, el salmista podía usar su vida para alabar a Jehová (lea Salmo 102:19-21). Como muestra el Salmo 102, quienes están en la fe pueden experimentar tanta angustia que no logren concentrarse en nada más. El salmista se sintió “como un pájaro aislado sobre un techo”, como si su única compañía fueran sus preocupaciones (Sal. 102:7). Si usted alguna vez se siente así, derrámele su corazón a Jehová, tal como hizo el salmista. Las oraciones del afligido —las de usted mismo— lo ayudarán a combatir los pensamientos negativos. Jehová ha prometido que “se volverá hacia la oración de los que están despojados de todo, y no despreciará su oración” (Sal. 102:17). Confíe en esa promesa. 21 El Salmo 102 también nos enseña a cultivar una actitud más positiva. El salmista logró esto centrándose en su relación con Jehová (Sal. 102:12, 27). Lo consolaba saber que él siempre estaría ahí para ayudar a su pueblo a enfrentarse a las adversidades. Por tanto, si los sentimientos negativos que usted tiene no le dejan hacer todo lo que quisiera en el servicio a Dios, dígaselo en oración. Pídale que lo escuche, no solo para obtener alivio, sino para que su santo nombre sea declarado (Sal. 102:20, 21). Sl 103:13.
 ¿Por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? (w15 15/4 pág. 25 párr. 7) (Salmo 103:13) 
Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. ¿Por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? (w15 15/4 pág. 25 párr. 7) 
No deje de confiar en Jehová 
 Pero ¿por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? Recordemos que en la Biblia se compara la relación que tenemos con él a la de un niño con su padre (Sal. 103:13). El niño no puede esperar que el padre le conceda de inmediato todo lo que le pide. A veces, puede que se trate de un deseo pasajero. En otros casos, el padre decide esperar al momento más adecuado. También podría ser que el niño pidiera algo que no le conviene o que pudiera 3 afectar a otras personas. Es más, si el padre le concediera todas sus peticiones, terminaría convirtiéndose en su esclavo. De forma parecida, puede que Jehová decida esperar antes de contestar nuestras oraciones porque entiende que eso es lo mejor para nosotros. Él tiene derecho a hacerlo, pues es nuestro Creador, nuestro Amo y nuestro Padre. Pero también es sabio y nos quiere, por eso podemos confiar en él. Por otro lado, no debemos olvidar que somos nosotros quienes servimos a Dios, no al revés (compare con Isaías 29:16; 45:9)

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