domingo, 14 de agosto de 2016
Abrigar una esperanza
Dos familias que viven en un mismo territorio, tienen que soportar un invierno crudo, donde la lluvia se hace sentir en las casas. Éstas se pasan y el viento ha volado el techo. La familia ‘A’ se angustian por no tener los medios para arreglarla, por su parte la familia ‘B’ tienen un semblante alegre y se ponen en campaña ya que han recibido una noticia del gobierno que recibirán una casa nueva por estar al día con las cuotas de la casa que fue arrasada. Pero
mientras se las arreglan como pueden para enfrentar la adversidad. Estos abrigan una esperanza. Hoy nosotros nos enfrentamos a enfermedades, injusticias, sufrimientos y muerte. Con un buen semblante trabajamos, ya que tenemos una esperanza puesta adelante. Tenemos la promesa de parte del gobierno celestial que obtendremos un cuerpo perfecto en un paraíso en la tierra, con la posibilidad de eternizarnos en ella.
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