martes, 6 de septiembre de 2016

5-11 de septiembre

Busquemos perlas escondidas 


SALMO 119

Sl 119:71. ¿Cómo nos beneficia pasar por momentos difíciles? (w06 1/9 pág. 14 párr. 4).

 Las dificultades pueden enseñarnos a confiar más en Jehová, a orarle con más fervor y a dedicarnos con más empeño a estudiar la Biblia y aplicar sus normas en la vida. Por otra parte, la forma en que respondamos a las aflicciones tal vez revele flaquezas que debamos corregir. Los sufrimientos no nos amargarán si permitimos que nos refinen.

Sl 119:96. ¿Qué significa la frase “a toda perfección he visto fin”? (w06 1/9 pág. 14 párr. 5).

El salmista habla de la perfección desde el punto de vista del hombre. Probablemente se refería a que el concepto humano de la perfección tiene límites, mientras que el mandamiento divino no, pues es aplicable a todos los aspectos de la vida. En armonía con este hecho, laSagrada Biblia de Agustín Magaña traduce así el versículo: “He visto que toda perfección es limitada; [pero] tus mandamientos no tienen límite ninguno

¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?

Bondad también puede significar beneficencia, es decir, dar cosas buenas a otros. Jehová desea expresar bondad a su pueblo,
La bondad de Jehová. Jehová Dios es total y absolutamente bueno. Las Escrituras dicen: “Bueno y recto es Jehová” (Sl 25:8 Jehová mostró su bondad y su amor entregando a su Hijo como sacrificio por los pecados. De esta manera proveyó un medio para ayudar a los que quisieran lo que de verdad es bueno, y al mismo tiempo condenó la maldad y colocó el fundamento para satisfacer la justicia y la rectitud.  

La bondad es un fruto del espíritu de Dios y de la luz que proviene de su Palabra de verdad (Gál 5:22; Ef 5:9), una cualidad de la que el cristiano tiene que vestirse. (Col 3:12; Ef 4:32.) De este modo se recomienda a sí mismo como ministro de Dios. (2Co 6:4-6.) La bondad crece como consecuencia de obedecer los mandamientos de Jehová, pues ningún hombre tiene bondad por su propio mérito. (Ro 7:18.) El salmista apela a Dios como la Fuente de la bondad: “Enséñame bondad, la sensatez y el conocimiento mismos, porque en tus mandamientos he ejercido fe”, y: “Tú eres bueno y estás haciendo el bien. Enséñame tus disposiciones reglamentarias”. (Sl 119:66, 68.)

Salmo 119:83
Mientras aguardaba a que JEHOVA lo consolara el salmista se habia puesto como un odre que se cuelga cuando no esta en uso. debido al humo dentro de una casa sin chimenea, esta clase de envase de cuero se pondría con el tiempo oscuro, seco y arrugado. De hecho esto fue lo que le ocurrio al salmista a manos de sus persegudores. su estado angustioso se evidenciaba es su rostro triste y cara arrugada, y su entero organismo pudo haber sido afectado de tal manera que haya perdido parte de su humedad. de modo que el pudo haberse sentido sin valor alguno como el odre seco y arrugadoque se descarta porque ya no puede contener liquido, pero para JEHOVA somos de mucho valor pase el tiempo que pase siempre que nos mantengamos cerca de El. 

¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación?

Hace mucho, un siervo de Dios explicó por qué amaba las leyes de Dios (lea Salmo 119:97-104). Al estudiarlas, aprendió a analizar mejor las cosas para tomar buenas decisiones. Y al seguir sus consejos, evitó muchos errores que la gente comete. Le gustaba mucho estudiar las Escrituras. Sabía que sus consejos le beneficiaban mucho, y por eso estaba decidido a seguirlos toda la vida.

 La Biblia nos ayuda a tener fe en que Dios cumplirá sus promesas. Nos ayuda a no cometer pecados graves que nos llevarían a la muerte. Y nos ayuda a enseñarles a otras personas lo que pueden hacer para agradar a Dios y vivir para siempre. Aprovechemos la Biblia para todas estas cosas y sigamos sirviendo a nuestro sabio y amoroso Dios, Jehová.

  • “Censurar”: Corregir a alguien que ha hecho algo malo
  • “Rectificar las cosas”: Arreglar un problema o un malentendido
  • “Disciplinar en justicia”: Corregir a alguien siguiendo los consejos bíblicos
  • nosotros debemos demostrar que confiamos en la Biblia. ¿Por qué? Porque si confiamos en ella y aprendemos a usarla bien en la predicación, podremos ayudar a las personas a conocer a Jehová y a saber qué hacer para vivir para siempre.
La persona que busca verdadero entendimiento ora a Dios: “Hazme entender, para que observe tu ley, y para que la guarde con todo el corazón. [...] Para que siga viviendo”. (Sl 119:34, 144, también Sl 119:27, 73, 125, 169.) Este es el motivo correcto. El apóstol oró por los cristianos de Colosas a fin de que se les ‘llenase del conocimiento exacto de la voluntad de Dios en toda sabiduría y comprensión espiritual [sy·né·sei], para que anduviesen de una manera digna de Jehová’. (Col 1:9, 10.)
Jehová, el “Anciano de Días” (Da 7:13), tiene un entendimiento infinitamente superior al de toda la humanidad.  Por consiguiente, la Palabra escrita de Dios es un medio principal para conseguir entendimiento. (Sl 119:130.)
Al estudiar y aplicar con diligencia la Palabra de Dios y sus mandatos, una persona puede llegar a tener más perspicacia que sus maestros y más entendimiento que los hombres de mayor edad. (Sl 119:99, 100, 130; compárese con Lu 2:46, 47.) Este hecho se debe a que la sabiduría y el entendimiento en realidad son parte integrante de las reglas y decretos judiciales puros de Dios. Por consiguiente, el que Israel observase fielmente estas reglas y decretos haría que las naciones vecinas lo viesen como un “pueblo sabio y entendido”. (Dt 4:5-8; Sl 111:7, 8, 10; compárese con 1Re 2:3.) La persona entendida reconoce la inviolabilidad de la Palabra de Dios, quiere amoldar su vida a ella y le pide ayuda a Dios para conseguirlo. (Sl 119:169.) Asimismo, deja que el mensaje de Dios le penetre profundamente (Mt 13:19-23), lo escribe sobre la tabla de su corazón (Pr 3:3-6; 7:1-4) y llega a desarrollar odio por “toda senda falsa”. (Sl 119:104.) Cuando el Hijo de Dios estuvo en la Tierra, mostró esta clase de entendimiento. Ni siquiera intentó evitar la muerte en un madero, ya que el cumplimiento de las Escrituras requería que muriese de ese modo. (Mt 26:51-54.)

En la Biblia Dios nos dice como evitar mucho sufrimiento. Ha provisto el mejor consejo disponible sobre cómo se debe vivir. El ponerlo en práctica llena de significado nuestra vida, resulta en felicidad en la vida de familia, nos pone en asociación estrecha con personas que realmente se aman unas a otras y nos protege de prácticas que pudieran producirnos, innecesariamente, mucho dolor físico. Si rechazamos esa ayuda, ¿es justo culpar a Dios de las dificultades que nos acarreamos y que acarreamos a otras personas? (2 Tim. 3:16, 17; Sal. 119:97-105.)



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