miércoles, 31 de mayo de 2017

JEREMÍAS 49, 50

                     TESOROS DE LA BIBLIA

             Cuando el pueblo de Dios fue infiel, Él permitió que sus adversarios lo atacaran y derrotaran.            (Sl 89:42; Lam 1:5, 7, 10, 17; 2:17; 4:12.) Sin embargo, como los enemigos sacaron                              conclusiones equivocadas de estas victorias, y se las atribuyeron a ellos mismos y alabaron a               sus dioses, o pensaron que no tendrían que rendir cuentas por cómo habían tratado al pueblo de       Jehová (Dt 32:27; Jer 50:7), Él tuvo que humillar a estos orgullosos y jactanciosos adversarios.             (Isa 1:24; 26:11; 59:18; Na 1:2.) Hizo esto por motivo de su santo nombre. (Isa 64:2; Eze 36:21-               24.)
Jeremías también pronosticó el fin de la nación que conquistaría Egipto, la propia Babilonia. Con un siglo de antelación predijo certeramente que Babilonia caería de manera repentina. ¿Cómo? Sus aguas protectoras se ‘secarían’ y sus valientes cesarían de pelear (Jer. 50:38; 51:30). Dichas profecías se verificaron hasta el último detalle cuando los medos y los persas desviaron las aguas del Éufrates, vadearon la corriente y penetraron en la ciudad, tomando a los babilonios por sorpresa. Otro aspecto igualmente significativo es que la ciudad se convertiría en un terreno estéril o yermo (Jer. 50:39;51:26). La desolación en la que hoy se halla la otrora poderosa Babilonia testifica la exactitud de la profecía divina.


       
  • Jehová bendice al humilde y castiga al arrogante

    • Los israelitas arrepentidos llorarían de alegría cuando Jehová los liberara del cautiverio.
    • Reconocerían de nuevo su pacto con Jehová y harían el largo viaje de regreso a Jerusalén para restaurar la adoración verdadera.


  • La arrogante Babilonia sería castigada por tratar con excesiva crueldad al pueblo de Jehová.
  • Tal como se había predicho, Babilonia se convirtió en una tierra árida y deshabitada



               Parece probable que después de la deportación de los habitantes del reino norteño de Israel                que llevaron a cabo Tiglat-piléser y uno de sus sucesores (2Re 15:29; 17:6), los ammonitas                comenzaran a ocupar el territorio de la tribu de Gad, para lo que ya habían peleado contra                    Jefté, aunque sin éxito. (Compárese con Sl 83:4-8.) En consecuencia, el mensaje profético de             Jehová por medio de Jeremías reprende a los ammonitas por haberse apoderado de la                         herencia de los gaditas y les advierte de una venidera desolación que se cierne sobre Ammón             y su dios Malcam (Milcom). (Jer 49:1-5.) Los ammonitas fueron aún más lejos y enviaron                      partidas merodeadoras para hostigar a Judá en los años finales de ese reino, gobernado                        entonces por el rey Jehoiaquim. (2Re 24:2, 3.)
Otra profecía de Jeremías que se hizo realidad en el siglo primero fue la de que Edom estaría entre las naciones invadidas por Babilonia (Jer. 25:15-17, 21; 27:1-7). Pero la palabra divina fue más allá. Edom llegaría a ser como Sodoma y Gomorra. Sabemos lo que eso significaba: quedaría desolada para siempre, borrada de la existencia (Jer. 49:7-10, 17, 18). Y así fue. ¿Dónde hallamos el nombre Edom hoy día? ¿En los mapas modernos? No. Las palabras Edom edomitas aparecen principalmente en los libros de historia antigua o historia bíblica, o en los mapas que representan la época. Según Flavio Josefo, los edomitas fueron forzados a aceptar el judaísmo en el siglo II antes de nuestra era; y cuando Jerusalén fue destruida en el año 70 de nuestra era, desaparecieron como un pueblo con identidad propia.

Ahora bien, ¿por qué ha estado luchando Jehová en Edom? Los edomitas son enemigos antiguos del pueblo del pacto divino, pues han perpetuado la animosidad que comenzó con su antepasado, Esaú (Génesis 25:24-34; Números 20:14-21). La profundidad de su odio hacia Judá se hizo pat aguasente de modo especial cuando alentaron a los soldados babilonios que estaban desolando Jerusalén (Salmo 137:7). Jehová considera tal inquina como una ofensa contra su persona. No es de extrañar que decidiera blandir la espada de su venganza contra Edom (Isaías 34:5-15; Jeremías 49:7-22).
    • ¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
  • Jer.50:38  Se cumplen las profecías en detalle que Babilonia habría devastación sobre sus aguas y tendrían que secarse, Jehova es un Dios de palabra que cumple lo que promete,debemos por tanto copiar su ejemplo.
  • Jer.49:19  Porque ¿quién hay como yo,+ y quién me desafiará ...estas palabras nos llenan de confianza en nuestro Dios, a su debido tiempo acabara con este malvado mundo y nadie podra con El.
    • ¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?
  • Jer. 50:28 habla de la venganza de Jehova cuando nos tratan injustamente debemos dejar todo en las manos de nuestro Dios.
  • Lectura de la Biblia (4 mins. o menos): Jer 50:1-10.

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