martes, 17 de enero de 2017

 BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS



Isa 35:8Y ciertamente llegará a haber una calzada allí, aun un camino; y será llamada el Camino de la Santidad. El inmundo no pasará por ella. Y será para el que anda por el camino, y ningún tonto andará errante [por ella].
¿Qué era “el Camino de la Santidad”, y quiénes podían andar por él? (w08 15/5 pág. 26 párr. 4pág. 27 párr. 1).
RESPUESTA: Jehová predijo que su pueblo exiliado en Babilonia sería devuelto a su país de origen. Esa profecía indica que Jehová no solo abrió el camino para que los judíos volvieran a su tierra, sino que les aseguró su protección durante el viaje. Puesto que los judíos volvían a Jerusalén con el propósito de restablecer la adoración pura, allí no habría lugar para quienes tuvieran motivos egoístas, no respetaran las cosas sagradas o fueran inmundos en sentido espiritual. Los que volvieran tenían que regirse por las altas normas morales de Jehová.
Jehová predijo que su pueblo exiliado en Babilonia sería devuelto a su país de origen. En la profecía de la restauración se incluyó esta garantía: “Ciertamente llegará a haber una calzada allí, aun un camino; y será llamada el Camino de la Santidad” (Isa. 35:8a). Dichas palabras indican que Jehová no solo abrió el camino para que los judíos volvieran a su tierra, sino que les aseguró su protección durante el viaje.
(Isa 35:8) Y ciertamente llegará a haber una calzada allí, aun un camino; y será llamada el Camino de la Santidad. El inmundo no pasará por ella. Y será para el que anda por el camino, y ningún tonto andará errante [por ella].
En el año 537 antes de nuestra era, los judíos que volvían a su tierra tuvieron que satisfacer un requisito importante. Respecto a lo que se esperaba de quienes caminaran por la calzada llamada “el Camino de la Santidad”, Isaías 35:8b explica: “El inmundo no pasará por ella. Y será para el que anda por el camino, y ningún tonto andará errante por ella”. Puesto que los judíos volvían a Jerusalén con el propósito de restablecer la adoración pura, allí no habría lugar para quienes tuvieran motivos egoístas, no respetaran las cosas sagradas o fueran inmundos en sentido espiritual. Los que volvieran tenían que regirse por las altas normas morales de Jehová. Hoy día, quienes deseamos obtener el favor divino hemos de satisfacer ese mismo requisito. Debemos llevar una vida de “santidad en el temor de Dios” (2 Cor. 7:1). Por ello, ¿qué prácticas inmundas tenemos que evitar?
(Isa 35:8) Y ciertamente llegará a haber una calzada allí, aun un camino; y será llamada el Camino de la Santidad. El inmundo no pasará por ella. Y será para el que anda por el camino, y ningún tonto andará errante [por ella].
(2Co 7:1) Por lo tanto, dado que tenemos estas promesas, amados, limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Isa 36:2, 3, 22Y el rey de Asiria por fin envió a Rabsaqué desde Lakís a Jerusalén, al rey Ezequías, con una pesada fuerza militar, y él procedió a detenerse junto al conducto del estanque superior, en la calzada del campo del lavandero. 3 Entonces salieron a él Eliaquim hijo de Hilquías, que estaba sobre la casa, y Sebná el secretario, y Joah hijo de Asaf el registrador.
(Isa 36:22) Pero Eliaquim hijo de Hilquías, que estaba sobre la casa, y Sebná el secretario, y Joah hijo de Asaf el registrador llegaron a donde Ezequías con sus prendas de vestir rasgadas, y le refirieron las palabras de Rabsaqué.
¿En qué sentido fue Sebná un buen ejemplo al aceptar la disciplina? (w07 15/1 pág. 8 párr. 6).
36:2, 3, 22. Aunque Sebná fue destituido como mayordomo, se le permitió seguir al servicio del rey en calidad de secretario del hombre que le sucedió en el cargo (Isaías 22:15, 19). Si por alguna razón perdiéramos un puesto de responsabilidad en la organización de Jehová, ¿no deberíamos seguir sirviendo a Dios en cualquier función que él nos permitiera desempeñar?
(Isa 22:15) Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos: “Anda, entra a este mayordomo, a Sebná, que está sobre la casa: 19 Y yo ciertamente te empujaré de tu posición; y de tu puesto oficial uno te derrocará.


¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
Isaías 34:1
Vemos cómo las palabras de David indican que las preocupaciones cotidianas le importaban menos que su resolución de alabar a Jehová, vemos que nos dejó un excelente ejemplo, cuando nos sobrevengan dificultades! Sea que estemos en la escuela o en el trabajo, con nuestros hermanos o en el ministerio público, nuestro mayor deseo debe ser alabar a Jehová.
Isaías 34:1-4
Aprendí de Jehová el estar alerta! El gran día de Jehová está cerca y más que nunca debemos de estar alerta, y no dejar de predicar aunque se burlen de nosotros y algo que nos ayudará a combatir esa actitud indiferente y mantener un sentido de urgencia es tomar muy en cuenta las advertencias proféticas. Es posible que ya las hayamos oído muchas veces, pero ahora más que nunca es esencial que les prestemos atención.
Isaías 34:16
Me enseña de Jehová su conocimiento y su energía dinámica, es algo digno de admiración pues él sabe el nombre de cada una de las cosas que él ha creado, las puede llamar por su nombre sin equivocarse, en cambio el hombre tiene un conocimiento limitado de lo que conoce.
Isaías 35:3,4
Aprendí de Jehová el amor, Él amor hacia nuestros hermanos, sabemos que Los ancianos, en particular, tienen la responsabilidad de ‘fortalecer las manos débiles y decir a los que están ansiosos de corazón: “Sean fuertes, No tengan miedo” ’pero nosotros también podemos hacerlo, ayudar a los débiles es tarea de todos los cristianos, todos podemos esforzamos a dar pasos para fortalecer a alguien de la congregación que se haya debilitado!
Isaías 35:5,6
Me enseña el poder de Jehová, y de cómo nuestro señor Jesús lo imita a la perfección es por eso que podemos confiar plenamente que durante su gobierno no padeceremos nada que nos haga sufrir, Jesús es la clara muestra de cómo Jehová emplea el suyo, esto nos debe impulsar a alabar a Dios y darle gracias por utilizar su fuerza con tanto amor.
Isaías 36:16-20
Aprendí de Jehová a no ser orgullosos, Durante la historia de la humanidad, Satanás ha podido usar como instrumentos a los que son orgullosos... hombres como Nemrod, el Faraón de Egipto y el rey asirio Senaquerib, Hoy Satanás tiene en sus manos a multitudes de personas mediante el orgullo: orgullo de raza, orgullo de nacionalidad, orgullo de educación, orgullo de posición social, y así por el estilo. Todo esto cumple con el propósito del Diablo al hacer que la gente no preste oídos al mensaje de Dios.
Isaías 37:10,20
Aprendí de Jehová la confianza, Al igual que Ezequías, en la actualidad vivimos en estado de guerra, aunque en nuestro caso, la lucha es espiritual. Vivimos en mundo inestable, la situación puede cambiar de la noche a la mañana, por eso debemos de estar preparados, porque Solo si nos preparamos como Ezequías, cultivando una sólida confianza en Jehová, estaremos listos para afrontar cualquier situación que se presente.
Isaías 37:10,20
Me enseña de Jehová que es un Dios en quien podemos confiar. Ezequías confió plenamente en que Jehová los iba librar de la mano del asirio y así sucedió. En la actualidad vivimos igual en estado de guerra, pero la nuestra es espiritual y tenemos que estar preparado para sobrevivir a los ataques de Satanás, por eso cultivemos una confianza sólida en Jehová a fin de afrontar cualquier situación que se nos presente.
Isaías 37:20
Aprendí de Jehová como él llega hacer nuestro “Libertador” en tiempos de angustia, allí leemos cómo el poderoso ejército asirio invadió Judá y amenazó Jerusalén. Ezequías rogó a jehová por ayuda y como sabemos Jehová le respondió, Repasar ejemplos de la historia que nos muestran que Jehová siempre ayuda a su pueblo fortalece nuestra fe y confianza en él. Sin importar las circunstancias que podamos afrontar ahora o en el futuro, tenemos razones para confiar plenamente en nuestro Libertador.
¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación?
Isaías 34:1-4.
Nos sirve de idea en la predicación para mostrar a las personas que aunque haya oido muchas veces que el fin del mundo se acerca, ahora más que nunca es necesario que se le presten atención a las advertencias proféticas de la Biblia
Isaías 34:1-8
Con este texto podemos mostrar como Jehová se propone tener una tierra limpia, en donde las situaciones que vivimos hoy como por ejemplo corrupción e inmoralidad en los campos de la política, los grandes negocios y las religiones falsas dejaran de existir. Si queremos sobrevivir a todo esto, es necesario estar dispuestos a rehacer nuestras vidas para servirle a Jehová con justicia, sino lo hacemos pereceremos en el día de su venganza.
Isaías 35:1-7
Mostramos como en un futuro esta profecía tendrá su cumplimiento y a gran escala, y sabemos lo ciertas que son estas palabras pues desde un principio el propósito de Jehová fue que la familia humana estuviera unida, sana y feliz, y dicho propósito no ha cambiado pues sus propósitos nunca se frustraran. Por lo tanto es imprescindible acercarnos a Jehová cada día más y valorar como un maravilloso tesoro ver la realización de dichas profecía.
Isaías 35:5,6.
Nos sirve de idea en la predicación para mostrar a las personas que en el paraíso que Jehová promete en su palabra la Biblia, las personas con discapacidades como los sordos, cojos recobraran su Salud total. Por eso debemos de actuar de acuerdo a lo que se menciona en su palabra para poder ver esas maravillosas cosas.
Isaías 37:33
Podemos mostrar una prueba del origen divino de la biblia, y hacer ver el hecho que los escritores de la Biblia dejaron claro que sus escritos no se debían atribuir a ellos, siempre hicieron referencia a lo que "Jehová" decía, Jesús mismo dijo que la palabra de su padre es la "verdad", esto prueba que Jehová es el autor de la Biblia y que fue el quien dirigió a los hombres para que la escribieran y así nosotros mediante ella podamos aprender la verdad que nos conduce a tener vida eterna.
Isaías 37:1, 14, 15.
Podemos utilizarlo en la predicación para enseñar que en tiempos de angustia, debemos orar a Jehová y confiar plenamente en él. Claro siempre y cuando mostremos que se le quiere obedecer.



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